La NFL anunció que el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX estará encabezado por nada menos que Bad Bunny. Estamos aquí para contarte el porqué, así como lo que los medios no te dirán mientras se esfuerzan por cubrir la noticia.
El por qué es bastante simple: la liga se está expandiendo a Latinoamérica y más allá, y Bad Bunny es una auténtica superestrella mundial. Con miles de millones de descargas en su haber y una creciente presencia en el mainstream, su contratación, seis años después de aparecer en el espectáculo de medio tiempo de Shakira y J-Lo, fue una obviedad. Al menos en teoría.
A primera vista, parece que la NFL contrató a Bad Bunny sin apenas investigarlo más allá de su éxito musical. Es mucho más probable que, de hecho, lo investigaran a fondo antes de contratarlo deliberadamente, lo que demuestra que la liga sigue sumida en el virus del wokismo.
El apoyo de Bad Bunny a Kamala Harris en las elecciones presidenciales de 2024 (aunque no compuso nada en Pensilvania ni en otros estados clave con una importante población hispana) demuestra que es una figura políticamente divisiva. Aboga por la independencia de Puerto Rico y su separación total de Estados Unidos- una posición favorecida tan sólo por el 12% de la población de la isla, mientras se retira a las comodidades de mansiones de lujo en Hollywood y otros lugares.
Luego está el asunto de la hipocresía de Bad Bunny al cantar en el Super Bowl después de supuestamente negarse a realizar una gira en los Estados Unidos continentales debido a las redadas de ICE, que supuestamente lo obligaron a hacer una residencia de 30 fechas en Puerto Rico. narrativa que los medios promovieron a lo papagayo. Para empezar, el ICE tiene presencia activa en Puerto Rico y ha realizado redadas de acuerdo con la política migratoria vigente. Luego está el asunto de la residencia en sí. Según varios informes, la residencia fue reservada en 2023- cuando Joe Biden permitía que inmigrantes ilegales inundaran la frontera sur que se viera ni un solo agente de ICE. Lo que siguió fue una brillante estrategia de marketing destinada a asegurar un Choliseo lleno, ahorrando en viajes y logística, y sobre todo evitando la vergüenza de tener que cancelar conciertos debido a las bajas ventas en ciudades como Minneapolis.
Lingüísticamente, esta podría ser un show muy interesante. El Super Bowl LX se transmitirá por NBC y Telemundo, cadenas hermanas de Comcast. Mientras que NBC probablemente deje que los berreos obscenos de Bad Bunny corran inéditos con el subtítulo de "Singing in non-English", los censores de Telemundo tendrán que ponerse las pilas desde el saque. Consideren una minúscula muestra de las letras de Bad Bunny en, por ejemplo, Safaera (FUERTE AVISO):
Mi bicho anda fugao’ y yo quiero que tu me lo esconda’/ Agárralo como bonga/ Se metió una pepa que la pone cachonda/ Chinga en lo’ Audi, no en lo’ Honda/ Ey, si te lo meto no me llame’/ Que esto no es pa’ que me ame’ ey/ Si tu novio no te mama el culo/ Pa’ eso que no mame
Y en Baticano:
La noche se puso kinky/ Tre' dedo' en el toto, en el culo, el pinky/ La' moña' violeta como Inky Winky/ Una nalgada y la dejo como Po, ey/ Le doy por donde hace pipí, por donde hace popó
Lo peor de todo es que esta actuación será aclamada como una prueba evidente de que la diversidad es nuestra mayor fortaleza y como un triunfo de la cultura latina. En ambos casos, un no rotundo.
La actuación de Bad Bunny en el Super Bowl no es un triunfo de los valores tradicionales de "Dios, patria y familia" que los hispanos han defendido durante siglos y que trajeron a Estados Unidos desde antes de la Guerra de la Independencia. Sin embargo,es un apoteosis para una identidad latina, artificial y política, que busca perpetuar una subclase extranjera permanente, separada para siempre y ajena a la corriente principal de la cultura estadounidense (capturada).