Para Jorge Ramos el imperativo moral más grande de su vida evidentemente es frustrar la aplicación de las leyes de inmigración de Estados Unidos.
¿De qué otra manera se puede explicar la decisión del presentador principal de noticias de Univisión, ex católico y agnóstico declarado, de usar los fugaces segundos de su único encuentro con el papa Francisco hasta la fecha para pedir por "los inmigrantes que Trump quiere deportar"?
En otra más de sus maniobras publicitarias orquestadas cuidadosamente, en una audiencia con el pontífice romano Ramos pintó al presidente electo de Estados Unidos como un ogro que va a deportar inmigrantes y pidió la intervención del papa.
JORGE RAMOS, PRESENTADOR DE UNIVISIÓN, DIRIGIÉNDOSE AL PAPA FRANCISCO: "No olvide a los inmigrantes que quiere deportar Trump... Gracias".
JORGE RAMOS, PRESENTADOR DE UNIVISIÓN : "El papa me sonrió, movió la cabeza, pero no dijo nada".
Fiel a su forma, Ramos nunca deja de defender y promover los intereses del sector importante de su audiencia que reside ilegalmente en Estados Unidos. En la moralidad de su universo, los intereses de ellos son consistentemente predominantes.
Para presentar a Trump de la peor manera posible ante el líder espiritual más importante del mundo cristiano, Ramos no le pide al pontífice que intervenga y le solicite al presidente electo que sea misericordioso con quienes han cometido una trasgresión al violar las leyes de inmigración de Estados Unidos.
En cambio, Ramos escogió mostrar a Trump ante el papa como si fuera un monstruo que va a deportar a refugiados e inmigrantes legítimos que se encuentran en el país.
Tras el breve encuentro incluso Ramos reconoció — en una nota en Fusion, el sitio web de extrema izquierda de Univisión— que ese no era el momento para iniciar una confrontación diplomática con el presidente electo de Estados Unidos. Pero eso no le impidió realizar su mal concebida maniobra publicitaria y luego procurar sacarle todo el provecho posible.
