ESPN sigue con su costumbre de inyectar políticas de izquierda a su cobertura de eventos en el mundo deportivo. En esta ocasión, la cadena decidió aportar opiniones a su cobertura de la inducción al Salón de la Fama del Beisbol del receptor legendario Iván "Pudge Rodríguez".
Así comienza la nota ridícula y viciada de Enrique Rojas para ESPN Deportes, titulada: "Pudge Rodríguez: ¿Último puertorriqueño de Cooperstown?"
COOPERSTOWN -- El antiguo receptor Iván Rodríguez, quien forma parte de la clase del 2017 del Salón de la Fama de Cooperstown, podría ser el último puertorriqueño que entre al recinto más sagrado del béisbol en los Estados Unidos.
Eso ocurriría si se concreta la intención de un grupo político de la isla que busca convertir a Puerto Rico en el estado #51 de Estados Unidos. Rodríguez es miembro de la comisión creada por el gobierno boricua para promover ante el congreso de la unión estadounidense la idea de la 'estadidad'. Un plan que básicamente haría desaparecer el concepto "puertorriqueño" como lo conocemos actualmente.
La pérdida de televidentes de la cadena ESPN debido a su sesgo en inglés es un hecho, pero ahora vemos cómo este virus también infecta a Deportes. No hay otra manera de explicar un artículo y una entrevista que intenta secuestrar la inducción al Salón de la Fama de una leyenda del béisbol para tratar de ponerlo en evidencia debido a una preferencia política personal desfavorecida por la izquierda...en particular, la postura de Rodríguez a favor de la admisión de Puerto Rico como el Estado 51 de la Unión Americana.
La izquierda, en este caso, abiertamente favorece una noción romántica de independencia para Puerto Rico- cuya mayor expresión suele degenerar en adulación para el terrorista convicto de las FALN Oscar López Rivera. Cualquiera que no cierre filas con su visión favorecida para el futuro de Puerto Rico es condenado al ostracismo por la prensa de izquierda, y sus logros pasan a segundo plano después de sus ideologías.
Rojas intenta deligitimizar el activismo de Rodríguez al sugerir que la identidad puertorriqueña de alguna manera desaparecería de ser admitida la Isla como el Estado 51, lo cual en sí sugiere que esta identidad está contingente a que Puerto Rico permanezca en un estatus separado de los Estados Unidos. Si Rojas se hubiese molestado en explorar la cuestión de la identidad de un lugar después de la estadidad con algunos de los tantos fanáticos de Rodríguez en Arlington, Texas, hubiese descubierto rápidamente que el punto de "el último boricua" no sobrevive el más mínimo escrutinio.
Además de ser falacia la noción de Pudge como "el último boricua", también es irrelevante a la cuestión de su inducción al Salón de la Fama. Rodríguez, el mejor receptor defensivo si no el mejor de todos los tiempos, fue exaltado como Vigilante de Texas, No hay ala hispana separada en el Salón de la Fama, así que los cuestionamientos con respecto a Rodríguez y el estatus de Puerto Rico no son pertinentes.
El único pecado de Pudge es de ejercer su derecho absoluto, como ciudadano estadounidense, de peticionar a su gobierno para la rectificación de agravios a nombre de más de tres millones de ciudadanos estadounidenses en la Isla de Puerto Rico, la mayoría de los cuales desean quitarse el yugo colonial de encima para poder entrar en la plenitud de la ciudadanía americana con el pleno goce de todos los derechos y responsabilidades concomitantes.
Dado el énfasis virtuoso que ESPN da a quienes luchan por la igualdad, uno pensaría que Rodríguez recibiría mejor cobertura. Lamentablemente, algunas igualdades son más iguales que las demás.
