Tras elección de Trump, Jorge Ramos no reconoce a este país

February 27th, 2017 2:41 PM

El presentador estrella de Univision y Fusion ha escrito otra columna, esta vez, regañando a los Estados Unidos por hacer elegido a Donald Trump a la presidencia de la República. Pero lo único que Ramos muestra aquí, más allá de su inclinación progresista, es lo desconectado que está de la realidad del país al cual pretende sermonear.

La columna más reciente de Ramos, titulada "No reconozco a este país", fue el tema de su entrevista más reciente con Sean Hannity. La entrevista se asemeja a la columna en que ambas estuvieron llenas de contradicciones y "talking points" trillados. Pero al no tener a Hannity para molestarlo, Ramos queda libre para dispararse su propaganda. Aquí hay una porción interesante que se abordó durante el debate con Hannity:

Millones de mexicanos que llegaron después de mí a Estados Unidos podrían ser deportados. En la misma orden ejecutiva en que Trump anuncia la construcción de su muro con México, hay un cambio radical en las prioridades para deportación. Ahora podrán ser deportados quienes hayan “cometido actos que constituyan una ofensa criminal” (aunque nunca sean declarados culpables). Y también los que hayan realizado un “fraude...ante una agencia del gobierno”, es decir, cualquiera que haya usado una licencia de manejar falsa o inventado un número de seguro social.

Traducción: prácticamente todos los 11 millones de indocumentados que hay en Estados Unidos son ahora una prioridad de deportación. El gran temor es que el siguiente paso sean redadas masivas en lugares de trabajo, casas y centros comerciales. ¿Quién puede ser deportado? Cualquiera que un agente de inmigración así lo considere.

Ahora recordarán que Ramos le sugirió a Hannity que este tipo de fraude y robo de identidad no es verdaderamente un delito en el sentido más estricto, contrario a otros como la violación y el terrorismo: la base de su argumento.

SEAN HANNITY: ¿Debe echarse del país a todo indocumentado criminal? Todos.

JORGE RAMOS: Si cometieron un delito.

HANNITY: Cualquier delito.

RAMOS: ¿Un verdadero delito? Absolutamente. Absolutamente. Bueno, el problema es...¿cómo defines delito? Por ejemplo...

HANNITY: Okay, ¿qué tal el conducir bajo los efectos, el conducir bajo los efectos en nuestras calles? ¿El uso de drogas?

RAMOS: Si usas un número de seguro social, una licencia de conducir falsa, ¿se consideraría eso un delito?

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La ratificación electoral de un cambio en nuestra política migratoria- de laxitud a mayor cumplimiento- parece ser la única base de la inhabilidad de Ramos para reconocer el país en el que la vivido por casi 34 años. Pero si Ramos se hubiese molestado en conocer al país que le ha mostrado tanta generosidad en lugar de dedicarse al activismo disfrazado de periodosmo, el resultado no le habría tomado tan por sorpresa. Como dijimos después de la elección:

Luego de dividir a los latinos contra sí mismos y contra el resto de la población de camino a reclamarlos para los demócratas y para Hillary Clinton. Ramos tuvo que mirar hacía el abismo de su humillación electoral y admitir que se equivocó. Al hacerlo, se obstina en las cosas que lo llevaron a equivocarse.

Primero, la persistencia en discriminar contra latinos que no piensan como él (por si no lo saben, "...se olvidaron de sus orígenes" es la manera fina de Ramos de acusar a Latinos de traición a la raza). Segundo, está la admisión de medir con doble vara cuando de Hillary Clinton se trata. Ramos violó su propio canon de ética al dar mayor peso a las palabras (aunque inflamatorias) de Trump que a la corrupción grotesca de Clinton. El resto de su respuesta parece indicar un intención abiertamente partidista de ahí en adelante, como puede verse en todas sus alusiones a "nosotros" cuando habla de la oposición y de ser periodista de oposición.

Hace tiempo que Ramos admitió estar consciente del hecho de que la toma de posturas abiertas ponían su credibilidad en riesgo. El 2016 quedará plasmado como el año en que Ramos derrochó su credibilidad. Sin embargo, éste es el país de las segundas oportunidades y la redención. Esperemos que Ramos -al igual que el resto de la prensa- reconozca la amplitud de sus fallas y procure fiscalizar a todos por igual de aquí en adelante. Ese esfuerzo será mucho más productivo que la rabieta actual que hemos visto hasta ahora.

Tanto la columna como el segmento de Hannity se dividen en dos partes: primero las deportaciones, y segundo la prohibición de entrada a los siete países. Aquí, también, los hechos divergen de las opiniones de Ramos. En este caso, es su propio noticiero el que lo desmiente. ¿O acaso Ramos no estaba en el estudio cuando se transmitió este reporte?

Queda claro que Ramos aún no ha aprendido nada del efecto aplastante que el resultado de la elección sobre su credibilidad o la de su cadena. De lo contrario veríamos periodismo basado en hechos, teniendo en cuenta todos los lados de un tema, en lugar de persistir en el activismo y en columnas que parecen ser sacadas de The Onion.