Receintemente informamos sobre la manera en que Univision era el mayor perdedor mediático de este ciclo electoral, dado todo lo que estaba en juego para la cadena. Esas repercusiones han comenzado a sentirse en tiempo real y en las vidas de personas reales.
Según informa El Nuevo Herald:
Univision Communications, el gigante de los medios de comunicación de habla hispana en EEUU, va a despedir el 6% de su fuerza laboral —entre 200 y 250 personas— después de los decepcionantes resultados obtenidos en el último trimestre, anunció la compañía en un comunicado este miércoles.
Los despidos, junto a una reestructuración planificada, “son una respuesta a los tiempos difíciles, tiempos de retos”, dijo Isaac Lee, jefe de las divisiones digital, entretenimiento y noticias de Univision. “Necesitamos posicionarnos para el futuro”.
Univision, que opera el canal WLTV-23 ubicado en Doral, Miami, tuvo una pérdida neta en el tercer trimestre de $30.5 millones, del total de ingresos de $735 millones, para una baja de 8%.
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A medida que la tradicional audiencia de televisión hispana envejece o se aleja del medio, la compañía continuará persiguiendo a los que considera su salvación: la audiencia de millennials de habla inglesa y de inclinación hacia lo digital.
Hemos postulado que la supervivencia a largo plazo de Univision depende de alivio reglamentario específico que tenía la certeza de otorgarse bajo un gobierno de Hillary Clinton. En el interés de la brevedad, no voy a recalentar el relato del grado en que están unidos Univision y Clinton, pero lo pueden ver aquí.
El primer alivio reglamentario que necesita Univision es la reforma migratoria integral (vean aquí como el presentador estrella de noticias Jorge Ramos describe la medularidad de in influjo de inmigrantes cuya mayoría domina el español a la supervivencia de la cadena). Los estudios muestran que el crecimiento de población hispana de los Estados Unidos se debe ahora a nacimientos en lugar de la inmigración, y la tasa de domicilios hispanos angloparlantes refleja eso. Esto significa menos audiencia para la operación televisiva de Univision, que es la más rentable para la empresa.
El segundo alivio reglamentario que Univision necesita es un cambio en la regla de la Comisión Federal de Comunicaciones (la FCC, por sus siglas en inglés) para así facultar que el gigante mediático mexicano Televisa incremente su porcentaje de tenencia de Univision a más del 40% en caso de que se disipe una vez más la oferta pública de acciones.
Pero la elección de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos lo complica todo. Uno de los primeros nombramientos de Trumo al tomar el cargo será para llenar la vacante en la junta de la FCC que se abre en el 2017, con la cual los republicanos volverían a dominar la junta 3 votos a 2. Demás está decir que las declaraciones de Trump en cuestiones migratorias sugieren que no habrá un flujo de inmigrantes al grado que Univision necesita para sobrevivir.
Cabe señalar que el ascenso vertiginoso de Isaac Lee al poder en Univision refleja la expansión de la empresa. Todo lleva sus huellas, desde la radicalización de la división de noticias, a la creación (y retiro de Disney) de Fusion, a la racha de adquisiciones digitales que culminó con la compra de los remantes de Gawker con todo y dolores de cabeza. Con el poder absoluto llega la responsabilidad absoluta, y uno se imagina que a Lee se le está calentando la silla. El futuro de Univision- según constituído- depende ahora de la oferta pública.
Cuando lean acerca de estos despidos, miren más allá del giro en cuanto a la sindicalización e ignoren la "sabiduría convencional" sobre las delicadezas de la industria de medios. Estos despidos (y los que están por venir) ocurrieron porque la gerencia de Univision hizo una apuesta malísima en medio de una elección presidencial, y es lo que pasa cuando el clientelismo fracasa.
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